Muchas veces vivimos en un mundo que es una mentira. En el cual hacemos y decimos cosas para quedar bien con el otro. Que realmente no son así. Disfrutamos de los aciertos y miserias humanas de los otros. Cuando realmente no podemos resolver las propias. Por tal motivo creamos personajes que hablan de nosotros en cierta medida y que dan cuenta de nuestro ser.
En algunas oportunidades vivimos en universos ficticios. Para encajar y ser la persona perfecta para el otro. Cuando no es así. Por eso te invito a que hagas un proceso de introspección y te evalúes interiormente para ver que debes mejorar.